viernes, 10 de febrero de 2012

Vale la pena ser Feliz


La felicidad no tiene una definición universal, pero se intuye estrechamente vinculada a la riqueza, la belleza, la fama o el poder. En mi criterio, se trata de una concepción errada, ya que si bien es cierto que tales condiciones pudieran complementar el estado de felicidad, individual o conjuntamente jamás podrían por sí mismas originarla o darle permanencia.
La felicidad es un estado integral avanzado del ser humano racional, que crea una unidad entre el espíritu y las sensaciones físicas del cuerpo, generando un sentimiento de realización material y espiritual que representa la calidad de vida más acabada y reconfortante que un ser humano puede experimentar, cual no puede nacer ni mantenerse sin dos elementos exclusivos siempre a nuestroalcance y que le dan sustento: DIOS Y EL AMOR.
Como la felicidad es corporal-espiritual, cualquier acto que la produzca deberá satisfacer ambos elementos, por lo cual deberemos diferenciar entre un acto agradable y uno feliz. Como las sensaciones que captan nuestros sentidos corporales no perciben las espirituales, para ser felices deben vincularse las unas con las otras. Para observar la diferencia entre uno y otro, ejemplarizaremos: el acto de degustar un trago de vino en solitario solo produciría satisfacción corporal mediante nuestras papila linguales; pero al compartirlo con la persona amada, adicionamos la parte espiritual y lo convertimos en un acto feliz. Asimismo, realizar el acto sexual únicamente por satisfacer la urgencia natural produciría satisfacción corporal; pero si hacemos el amor con la persona amada, al vincular el sexo al espíritu, lo convertimos en un acto feliz.






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