viernes, 10 de febrero de 2012

Sentido a la vida solamente teniendo una PAZ interior


               
           UN SENTIDO DE VIDA DESDE ADENTRO HACIA AFUERA

El tratar de encontrarle sentido a la vida es algo sumamente difícil, una tarea que le corresponde a cada quien, una lucha interna que puede durar toda una existencia. Incluso habrá el que nunca lo logre, o al que nunca le interese hallarlo. Pero muchos ilustrísimos personajes nos han dejado sus reflexiones y nos han mostrado las pautas que según ellos deberíamos seguir en caso de aspirar a obtener dicho conocimiento. Sin embargo, esto es una labor personal, íntima, en ocasiones dolorosa, pero al fin y al cabo, una acción excepcional.
Cuando me preguntan si he encontrado el sentido de mi vida, les tendría que responder que no, que aún no lo he hecho, y ni siquiera sé si algún día lo llegue a lograr.

La vida puede ser tan agria como un limón, o tan dulce como la miel; tan oscura como la cueva de un oso, o tan brillante y hermosa como un diamante; tan melodiosa como una sinfonía orquestada por jilgueros, o tan estruendosa como una céntrica avenida; tan aromática como la hierba en las mañanas, o tan hedionda como el azufre; tan suave como la piel de un bebé, o tan áspera como una lija.
Me dirán que exagero y que cosas como éstas quedan sobreentendidas, pero esto es precisamente lo que quiero evitar: el sobreentender; el dar por hecho las cosas, el dar por entendido el mundo, el caer en la costumbre, en el aburrimiento, el morir en vida. Quiero despertar cada mañana y volver a descubrir el sabor que tiene el jugo de manzana. Una y otra vez, y nunca darlo por hecho; encontrar cada día algún detalle en su sabor que se me haya escapado, y empaparme de él. En pocas palabras, quiero vivir y darme cuenta de que estoy vivo, para entonces intentar explicarme el sentido de mi vida.
Y es que somos nosotros los que les brindamos un significado, y de esta manera les otorgamos un lugar en nuestra existencia. El amor y el odio, lo blanco y lo negro, la derecha y la izquierda, la noche y el día, el hombre y la mujer, los iguales y los distintos, los sentidos y los sin sentidos.
Pero para alcanzar una comprensión total del sentido de nuestras vidas, es preciso el equilibrio. Gracias a esta atinada aseveración deducimos que el significado de nuestras existencias debe alcanzarse utilizando equilibradamente la mente, el alma, el cuerpo y el corazón. Cosa en extremo difícil, para no llamarla utópica o idealista. Acción que requiere de una disciplina extrema, y de muchos años de experiencia en esta ocupación denominada vivir. Es así que afirmo que quizás nunca llegue a cruzar esa meta.




          
HAY QUE SEGUIR ADELANTE CON ALEGRÍA, PAZ Y AMOR

El sentido de tu vida en las opiniones y en la búsqueda de aprobación de tus amigos, tus padres, etc., pero siempre acabas sintiéndote igual: con una sensación interior de desesperanza y vacío.
Pero lo más interesante, es que el sentido de tu vida lo sientes, por primera vez, cuando sufres un gran estremecimiento emocional o está en peligro tu vida.
Es, en esos momentos, cuando todo aparece tan claro como si, después de una tarde con neblina, esta se disipara y apareciera el sol, reluciente, ante tus sorprendidos ojos.
¿Haz hecho alguna vez el experimento de visualizarte en tu propio funeral? ¿De imaginarte el recuerdo que deseas dejar en tus amigos y tu familia?
Si no lo has hecho… imagínate por un instante, que hay una tumba, que estás asistiendo a un funeral… y que abres la tapa, para ver a la persona que está dentro… ¡y para tu sorpresa… ¡eres tú mismo!

EN LA VIDA NO HAY QUE QUERER SER OTROS PARA QUE NOS QUIERAN MAS, TENER MAS AMISTADES SOLO QUERIENDO SER ALGUIEN QUE REALMENTE NO SOMOS, por eso lo único que hay que ser es ser UNO MISMO!!! 









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